Cuidado de los Lentes de Contacto

Siempre lave sus manos con agua y jabón antes de colocar o retirar sus lentes de contacto. Asegúrese de no utilizar jabones cremosos y al finalizar secar sus manos con una toalla que no deje residuos como pelusa en sus manos.

Limpie cuidadosa y regularmente los lentes de contacto, siguiendo las instrucciones de su oftalmólogo u optometrista. En caso de que se lo hayan indicado frote los lentes de contacto con las yemas de sus dedos y enjuáguelos antes de remojarlos por la noche en solución multipropósito para cubrir perfectamente los lentes.

Conserve sus lentes de contacto en un estuche y realice el reemplazo de éste cada 30 días. Limpie el estuche después de cada uso, manténgalo abierto y seco entre una limpieza y otra.

Use únicamente el producto recomendado por su oftalmólogo u optometrista para limpiar y desinfectar sus lentes de contacto. Las gotas humectantes y otras soluciones salinas no están diseñadas para desinfectar sus lentes.

Utilice únicamente solución nueva para limpiar y conservar sus lentes de contacto.

Nunca vuelva a utilizar solución que ya había sido utilizada. La solución de lentes de contacto debe reemplazarse según las indicaciones del fabricante, incluso cuando usted no utilice sus lentes de contacto a diario.

Nunca coloque sus lentes de contacto en la boca o trate de humedecer los mismos con saliva, las bacterias que tenemos en la boca pueden causar una infección en sus ojos.

No utilice soluciones no aprobadas ni agua de la llave debido a que estas contienen una gran variedad de bacterias o parásitos.

Evite el uso de cremas, bloqueador solar y maquillaje que puedan entrar en contacto con sus lentes de contacto.

Realice el reemplazo de sus lentes de contacto conforme las especificaciones de cada producto y/o siga las recomendaciones del oftalmólogo u optometrista.

Los lentes de contacto pueden romperse o dañarse por varias razones:

1. Manipulación brusca: Los lentes de contacto son delicados y requieren un manejo suave. Si los manipulas con fuerza, los aprietas o los estiras, pueden rasgarse o romperse.


2. Uñas largas o afiladas: Si tienes uñas largas o afiladas, es más probable que dañes los lentes de contacto al ponerlos o quitarlos. Asegúrate de recortar y limar tus uñas para evitar daños accidentales.


3. Limpieza y almacenamiento inadecuados: No limpiar o almacenar correctamente los lentes de contacto puede causar que se sequen, se vuelvan quebradizos y, finalmente, se rompan. Utiliza soluciones de limpieza específicas para lentes de contacto y cambia la solución en el estuche regularmente.


4. Uso prolongado: Utilizar los lentes de contacto más allá de su vida útil recomendada puede causar que se deterioren y se rompan. Sigue las instrucciones del fabricante y reemplaza los lentes de contacto según lo recomendado.


5. Exposición a temperaturas extremas: Los lentes de contacto pueden dañarse si se exponen a temperaturas muy altas o bajas. Evita dejarlos en áreas donde puedan estar expuestos a cambios extremos de temperatura, como en el interior de un automóvil en días muy calurosos o fríos.


6. Agentes externos: Las partículas de polvo, maquillaje, bloqueador solar o cremas pueden adherirse a los lentes de contacto al escurrir con el sudor o tallarse los ojos, lo que provoca daños, debilita el material y provoca rasgaduras o roturas al limpiarlos o manipularlos.


Para prevenir roturas en tus lentes de contacto, es importante que sigas las instrucciones de cuidado proporcionadas por el fabricante y que manejes tus lentes con delicadeza.